(3:00) Suena la primera alarma, no me levanto. Nadie se levanta. La segunda suena 5 minutos después, me incorporo y empiezo a pensar. Hago como siempre, meto los pantalones en el saco para que se calienten y me los pongo. Misma operación con la chaqueta. Ya salgo y me meto en las G2, eternas compañeras, menos mal que no me hacen las rozaduras que me hicieron en el Alhorí. Comiezo a guardar el saco. Es lo primero que va en la mochila y hasta que no lo meto no puedo meter nada más.
En la otra tienda todavía nadie hace ruido así que les pego una pequeña voz. Responden.
Llevo todo a la Yurta Comedor y, mientras desayuno, termino de preparar la mochila. Cojo casi media cesta de pan, esta vez los liofilizados no van a hacer acto de presencia, y es el turno del queso, el fuet y nuestra queridísima butter-cheese.
La idea era salir a las 4:00 pero se nos ha echado el tiempo muy encima. Comenzamos a andar a las 4:45, pero entre que ya nos conocemos el camino y que pronto amanece, literalmente volamos.
Son las 6:00 y ya estamos en la zona de cuerdas fijas y escaleras. Vayo colapso de gente hay hoy aquí. Se nota la hora que es, la gente, o no madruga o va muy lenta. Quizás las dos cosas.
(9:00) Llegamos a C2 en poco más de 4h15min, teniendo en cuenta que la primera vez fueron 6h no estamos tan mal. La aclimatación es buena.
Nos dan la tienda 36 y 37, no son las mejores de C2 pero por lo menos el sendero de «las necesidades» pilla cerca. Ahora sí, es el turno del fuet, el queso, la panceta ibérica y todo lo que hemos subido. Me he porteado hasta una botella de Coca-Cola y un litro de agua «de verdad». Calidad de vida a 5400m.
Ajedrez, siesta, charloteo… hace calor y pasamos las horas como podemos. Cenamos a las 18:30, sigue siendo de día, pero me quedo dormido. Mañana toca C2 a C3 con su tremenda pared de 500m de desnivel. Hay que descansar.